sábado, 31 de mayo de 2014

Una limpieza en mi vida


Decidí hacer una limpieza en mi vida y la semana pasada tiré “el preocuparme”, se estaba poniendo viejo y me estorbaba. Me impedía ser yo misma, no podía actuar a mi modo.
Tiré esas inhibiciones, no dejaban lugar para mí. Hice lugar para mi nuevo crecimiento; me deshice de mis viejos sueños y dudas.

Tiré un libro sobre mi pasado. Lo reemplacé con “nuevas metas” y empecé a leerlo hoy.

Tiré los juguetes de mi niñez. Conseguí una nueva filosofía y también tiré la de “mucho tiempo atrás”.

Compré algunos libros nuevos llamados: puedo, haré y debo. Tiré el podría, haría y debería. ¡Ah!, si hubierais visto el polvo, también me topé con un viejo amigo a quien no lo había visto hace bastante tiempo, creo que su nombre es “Dios”. Si, realmente me gusta su forma de ser. Me ayudó con la limpieza y agregó algunas cosas, tales como: Oración, Esperanza y Fe…

Cogí algo especial y lo coloqué en la puerta principal. La encontré se llama “paz”.

Ya nada me puede abatir. Ahora mi casa esta preciosa, todo se ve bastante bien. Para preocupaciones y problemas, simplemente no hay lugar.

Es muy bueno limpiar tu interior; y deshacerse de tanta cosa que estorba hace todo más alegre… A lo mejor tú deberías tratar de hacer lo mismo.

Anónimo

Ilustración Stephanie Conception


Si la cabeza te dice una cosa.

miércoles, 28 de mayo de 2014

Amar y respetar a nuestros padres


La razón poderosa que puede empujarnos a iniciar la tarea de restaurar el amor hacia nuestros padres es la de que, sólo logramos amarnos a nosotros mismos cuando los amamos y honramos a ellos.

En lo más profundo de cada uno de nosotros, por muy graves que sean las heridas, los hijos seguimos siendo leales a nuestros padres, e inevitablemente los tomamos como modelos y los interiorizamos.

De algún modo conectamos con una fuerza que nos hace ser como ellos. Por eso, cuando somos capaces de amarlos, honrarlos, dignificarlos y respetarlos, podemos hacer lo mismo con nosotros mismos y ser libres.

Joan Garriga

Ilustración Marie Manguy


Si la cabeza te dice una cosa.

domingo, 25 de mayo de 2014

Estamos sobrecargados

Muchas de las enfermedades y angustias que sufrimos en la vida cotidiana tienen una causa realmente muy simple: estamos sobrecargados.

No nos educaron para saborear la vida y disfrutarla, sino para llevar un pesado fardo psicológico y físico de supuestas obligaciones:

Deberías hacer esto
Tendrías que actuar de esta forma
Has de ser correcto
Hay que hacerlo todo lo mejor posible
Debes ser perfecto y sin contradicciones.

Eso nos dijeron. Y muchas más órdenes.

Son demasiadas exigencias que hemos convertido en auto exigencias.

Pero es simplemente imposible responder a tanta orden interior y exterior sin derrumbarse de agotamiento.

Se trata, pues, de empezar a permitirnos echar lastre por la borda, andar más
ligeros.

La vida es breve, ¡y tan breve! pero es un camino radicalmente bello.

Cuando una persona comienza a tirar peso, a rechazar tantas órdenes exteriores
que no se corresponden con sus anhelos profundos, le cambia el rostro:
Se la ve rejuvenecer.

Joaquín Argente

Ilustración Mackenzie Thorpe


Si la cabeza te dice una cosa.

viernes, 23 de mayo de 2014

Somos únicos


Somos únicos e irrepetibles, sin necesidad de demostrar nada, ni ser nada en especial. Nuestro Ser es único, aunque luego nuestro comportamiento se asemeje al de muchos otros.

Y a pesar de eso, de ya ser únicos, tenemos derecho a ser diferentes. Tenemos derecho a pensar de un modo distinto al de la mayoría. Tenemos derecho a querer vivir nuestra vida como mejor nos parezca sin que eso nos estigmatice en modo alguno. Tenemos derecho a vestir como nos apetezca, siguiendo una moda o creando un estilo propio.

Pensar como el rebaño nos ha llevado a donde estamos en muchos aspectos.

Mertxe Pasamontes

Ilustración Elly Mckay


Si la cabeza te dice una cosa.

miércoles, 21 de mayo de 2014

Mi hijo predilecto


Cierta vez preguntaron a una madre cuál era su hijo preferido, aquel que ella mas amaba.
Y ella, dejando entrever una sonrisa, respondió:

Nada es más voluble que un corazón de madre. Y, como madre, le respondo;el hijo predilecto, aquel a quien me dedico de cuerpo y alma…
Es mi hijo enfermo, hasta que sane.
El que partió, hasta que vuelva.
El que está cansado, hasta que descanse.
El que está con hambre, hasta que se alimente.
El que está con sed, hasta que beba.
El que está estudiando, hasta que aprenda.
El que está desnudo, hasta que se vista.
El que no trabaja, hasta que se emplee.
El que se enamora, hasta que se case.
El que se casa, hasta que conviva.
El que es padre, hasta que los críe.
El que prometió, hasta que cumpla.
El que debe, hasta que pague.
El que llora, hasta que calle.

Y ya con el semblante bien distante de aquella sonrisa, completó: 

El que ya me dejó… hasta que lo reencuentre…

Anónimo

Ilustración Emmanuel Walker Vuillemin

Si la cabeza te dice una cosa.

viernes, 16 de mayo de 2014

Vida


Ya perdoné errores casi imperdonables.
Trate de sustituir personas insustituibles,
de olvidar personas inolvidables.

Ya hice cosas por impulso.
Ya me decepcioné con algunas personas,
mas también yo decepcioné a alguien

Ya abracé para proteger.
Ya me reí cuando no podía.
Ya hice amigos eternos.
Ya amé y fui amado pero también fui rechazado.
Ya fui amado y no supe amar.

Ya grité y salté de felicidad.
Ya viví de amor e hice juramentos eternos,
pero también los he roto y muchos.

Ya lloré escuchando música y viendo fotos.
Ya llamé sólo para escuchar una voz.

Ya me enamoré por una sonrisa.
Ya pensé que iba a morir de tanta nostalgia y...

Tuve miedo de perder a alguien especial
(y termine perdiéndolo)
pero sobreviví !!
Y todavía vivo !!
No paso por la vida.

Y tú tampoco deberías sólo pasar...
VIVE!!!

Bueno es ir a la lucha con determinación
abrazar la vida y vivir con pasión.

Perder con clase y vencer con osadía,
por que el mundo pertenece a quien se atreve
y la vida es mucho más para ser insignificante.

Charles Chaplin

Ilustración Katie Daisy


Si la cabeza te dice una cosa.

jueves, 15 de mayo de 2014

Si supiera


Si supiera que esta fuera la última vez que te vea salir por la puerta, te daría un abrazo, un beso y te llamaría para darte más.

Si supiera que esta fuera la última vez que voy a oír tu voz, grabaría cada una de tus palabras para oírlas una y otra vez indefinidamente.

Si supiera que estos son los últimos minutos que te veo, diría Te quiero y no asumiría, tontamente que ya lo sabes.

Siempre hay un mañana y la vida nos da otra oportunidad para hacer las cosas bien, pero por si me equivoco y hoy es todo lo que nos queda. Me gustaría decirte cuanto te quiero, que nunca te olvidaré.

Gabriel García Márquez

Ilustración Eva Armisén


Si la cabeza te dice una cosa.

miércoles, 14 de mayo de 2014

El amor implica responsabilidad


El amor es la forma productiva de relacionarse con los demás y con uno mismo.

Implica responsabilidad, cuidado, respeto, conocimiento y el deseo de que la otra persona crezca y se desarrolle.

Es una expresión de intimidad entre dos seres humanos bajo la condición de preservar su mutua integridad.

Erich Fromm

Ilustración Ghotsco


Si la cabeza te dice una cosa.

martes, 13 de mayo de 2014

Porque seguir llorando?

Un sabio se puso en frente de un público y contó un chiste...Todo el mundo se empezó a reír.
Al rato, contó el mismo chiste, pero esta vez se río menos gente. Contó el mismo chiste una y otra vez, y ya nadie se reía.
Entonces sonrió y dijo:
No puedes reírte de la misma broma una y otra vez, entonces;
¿por qué sigues llorando por lo mismo una y otra vez? ...

Anónimo

Ilustración Geraldine Alibeu


Si la cabeza te dice una cosa.

lunes, 12 de mayo de 2014

Hasta el ser más pequeño e insignificante


Dormía tranquilamente un león, cuando un ratón empezó a juguetear encima de su cuerpo. 


Despertó el león y rápidamente atrapó al ratón, y a punto de ser devorado, le pidió éste que le perdonara, prometiéndole pagarle cumplidamente llegado el momento oportuno.

El león miró al ratón con incredulidad y riendo ante la osadía del ratón, lo dejó marchar.
Pocos días después, unos cazadores apresaron al león y le ataron con una cuerda a un frondoso árbol. Pasó por ahí el "ratoncillo", quien al oír los lamentos del león, corrió al lugar y royó la cuerda, hasta dejarlo libre.

Días atrás – le dijo – me miraste con sorna pensando que nada podría hacer por ti en agradecimiento.
Ahora, la vida te ha mostrado que hasta el ser más pequeño e insignificante te puede resultar de ayuda.

Anónimo

Si la cabeza te dice una cosa.

sábado, 10 de mayo de 2014


Los seres humanos en un sentido estricto surgimos del amor…Dependemos del amor y nos enfermamos cuando éste nos es negado en cualquier momento de la vida.
Estudios sobre culturas “primitivas” dan fe de que cuando una persona se sentía aquejada por algún dolor, concurría ante la presencia del brujo, chamán o hechicero. Entre las primeras preguntas, éste indagaba al consultante diciendo: “Quién no te quiso hoy?”.

Humberto Maturana del libro El cáliz y la espada


Si la cabeza te dice una cosa.

jueves, 8 de mayo de 2014

Una reflexión


Muchas de las enfermedades y angustias que sufrimos en la vida cotidiana tienen una causa realmente muy simple: estamos sobrecargados.

No nos educaron para saborear la vida y disfrutarla, sino para llevar un pesado fardo psicológico y físico de supuestas obligaciones:

Deberías hacer esto
Tendrías que actuar de esta forma
Has de ser correcto
Hay que hacerlo todo lo mejor posible
Debes ser perfecto y sin contradicciones.

Eso nos dijeron. Y muchas más órdenes.

Son demasiadas exigencias que hemos convertido en auto exigencias.

Pero es simplemente imposible responder a tanta orden interior y exterior sin derrumbarse de agotamiento.

Se trata, pues, de empezar a permitirnos echar lastre por la borda, andar más
ligeros.

La vida es breve, ¡y tan breve! pero es un camino radicalmente bello.

Cuando una persona comienza a tirar peso, a rechazar tantas órdenes exteriores
que no se corresponden con sus anhelos profundos, le cambia el rostro:
Se la ve rejuvenecer.

Joaquín Argente
Ilustración Amanda Cass


Si la cabeza te dice una cosa.

viernes, 2 de mayo de 2014

Duélale a quien le duela


"Cuidado hijo mío, ten las emociones bajo control. No sueltes las riendas o se desbocarán y te llevarán, irremediablemente, al descontrol y al libertinaje". Si bien, con estas palabras, la intención puede ser buena, también es importante enseñarles a nuestros hijos a no ser personas encapsuladas. Es tan malo el descontrol desenfrenado como el control excesivo.

Pero pese a todo, en muchas ocasiones podemos descontrolarnos sin que sea dañino para uno o para otras personas. Puedes dejarte llevar sin límites cuando haces el amor (aullar si se te ocurre), puedes volar con tu música preferida hasta las cinco de la mañana, llorar frente a La Piedad, gritar en una película de terror, darle una patada al coche porque se paró por quinta vez, abrazar tres veces a un amigo, decirle setenta veces "te quiero" a la mujer que amas, aplaudir a rabiar en el Concierto para piano No. 1, sentir nostalgia frente a la foto de un familiar que se ha ido para siempre, o reírte a carcajadas y estruendosamente cuando ves a Chaplin.

Puedes sentir lo que te dé la gana, si no violas los derechos de las otras personas, si no te hace daño y si eso te hace feliz, aunque a ciertos constipados emocionales no les agrade.


Lo único que te separa de las máquinas es la capacidad de sentir: duélale a quien le duela.

Walter Riso
Ilustración Gurbuz Dogan

Si la cabeza te dice una cosa.
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