viernes, 25 de abril de 2014

Siempre hay un lugar para tomar una caña con un amigo


Un profesor, delante de sus alumnos de la clase de filosofía, sin decir ni una palabra, cogió un bote grande de vidrio y procedió a llenarlo con pelotas de golf. Después preguntó a los estudiantes si el bote estaba lleno. Los estudiantes estuvieron de acuerdo en decir que sí.

El profesor cogió una caja llena de perdigones y los vació dentro del bote. Estos llenaron los espacios vacíos que quedaban entre las pelotas de golf.

El profesor volvió a preguntar de nuevo a los estudiantes si el bote estaba lleno, y ellos volvieron a contestar que sí.

Después el profesor cogió una caja con arena y la vació dentro del bote. Por supuesto, que la arena llenó todos los espacios vacíos y el profesor volvió a preguntar de nuevo si el bote estaba lleno. En esta ocasión los estudiantes le respondieron con un sí unánime.

El profesor, rápidamente añadió dos cervezas al contenido del bote y efectivamente, el líquido llenó todos los espacios vacíos entre la arena.

Los estudiantes reían. Cuando la risa se fue apagando, el profesor les dijo:
"Quiero que os fijéis que este bote representa la vida.

Las pelotas de golf son las cosas importantes como la familia, los hijos, la salud, los amigos, el amor, cosas que te apasionan. Son cosas que, aunque perdiéramos el resto y nada mas nos quedasen estas, vuestras vidas aún estarían llenas.

Los perdigones son las otras cosas que nos importan, como el trabajo, la casa, el coche.

La arena es el resto de las pequeñas cosas.

Si primero pusiéramos la arena en el bote, no habría espacio para los perdigones, ni para las pelotas de golf. Lo mismo sucede con la vida. Si utilizáramos todo nuestro tiempo y energía en las cosas pequeñas, no tendríamos nunca lugar para las cosas realmente importantes.

Presta atención a las cosas que son cruciales para tu felicidad.Juega con tus hijos, concédete tiempo para ir al médico, ve con tu pareja a cenar, practica tu deporte o tu afición favorita. Siempre habrá tiempo para limpiar la casa, para reparar la llave del agua.

Ocúpate primero de las pelotas de golf, de las cosas que realmente te importan. Establece tus prioridades, el resto solo es arena".

Uno de los estudiantes levanto la mano y preguntó que representaban las cervezas.

El profesor sonrío y le dijo: "Me encanta que me hagas esta pregunta!.La cerveza es para demostrar que aunque tu vida te parezca llena, siempre hay un lugar para dos cañas con un amigo".

Anónimo

Imagen Chris Pyle


Si la cabeza te dice una cosa.

jueves, 24 de abril de 2014

Es hora de decir


No hay por qué rodearse de personas que no nos hacen bien y que nos hacen pensar cosas como que;
Si no somos lo “suficientemente” buenos o que si trabajamos duro y somos mejores. Quizás algún día podamos ser suficientemente dignos.

Ésa no es la clave... Es hora de decir: Esto me perjudica y debo dejarlo.

Melodie Beattie

Ilustración Loui Jover


Si la cabeza te dice una cosa.

miércoles, 23 de abril de 2014

Perdona a todos


Perdona a todos y perdónate a ti mismo, no hay liberación más grande que el perdón; no hay nada como vivir sin enemigos. Nada peor para la cabeza, y por lo tanto para el cuerpo, que el miedo, la culpa, el resentimiento y la crítica (agotadora y vana tarea), que te hace juez y cómplice de lo que te disgusta.

Facundo Cabral
Ilustración Christian Schole


Si la cabeza te dice una cosa.

martes, 15 de abril de 2014

Aprendiendo a quererse a si mismo


"Cuidado hijo mío, ten las emociones bajo control. No sueltes las riendas o se desbocarán y te llevarán, irremediablemente, al descontrol y al libertinaje". Si bien la intención puede ser buena, también es importante enseñarles a nuestros hijos a no ser personas encapsuladas. Es tan malo el descontrol desenfrenado como el control excesivo.

Pero pese a todo, en muchas ocasiones podemos descontrolarnos sin que sea dañino para uno o para otras personas. 


Puedes dejarte llevar sin límites cuando haces el amor (aullar si se te ocurre), puedes volar con tu música preferida hasta las cinco de la mañana, llorar frente a La Piedad, gritar en una película de terror, darle una patada al coche porque se paró por quinta vez, abrazar tres veces a un amigo, decirle setenta veces "te quiero" a la mujer que amas, aplaudir a rabiar en el Concierto para piano No. 1, sentir nostalgia frente a la foto de un familiar que se ha ido para siempre, o reírte a carcajadas y estruendosamente cuando ves a Chaplin.

Puedes sentir lo que te dé la gana, si no violas los derechos de las otras personas, si no te hace daño y si eso te hace feliz, aunque a ciertos constipados emocionales no les agrade.


Lo único que te separa de las máquinas es la capacidad de sentir: duélale a quien le duela.

Walter Riso

Ilustración Eva Armisén


Si la cabeza te dice una cosa.

lunes, 14 de abril de 2014

Cuando el hombre se va del mundo


Cuando el hombre viene al mundo, tiene las manos siempre cerradas, como si estuviera intentando decir: el mundo entero es mío, y conseguiré agarrarlo.

Cuando el hombre se va del mundo, tiene las manos siempre abiertas, como si estuviera intentando decir: no tengo nada en mi poder, lo único que puedo llevarme son mis recuerdos, lo único que puedo dejar son mis ejemplos.

Midrach Rabba sobre el Eclesiastés

Ilustración Geoffrey Johnson


Si la cabeza te dice una cosa.

sábado, 12 de abril de 2014

Unas palabras de amor


Me gustaría hacer balance de todo aquello que hemos vivido juntos. Una vida agradable, dulce, profunda, con muchos momentos mágicos y otros de mucho sufrimiento. Porque, pobre de aquel que no ha sufrido nunca por amor, porque no sabe lo que es amar.

Decirte cuanto te quiero es tan sencillo cómo respirar al lado tuyo. Decirte cuanto te deseo es cómo mirarte a los ojos solo. Decirte que eres lo mejor en mi vida es decirte poco.

Mi amor formas parte de mi aire desde hace muchos años. No voy a poner un número porque no haría honor a la verdad ya que yo no recuerdo vida sin ti.

Años de lucha formando una familia. Salvaguardando nuestra intimidad. Intentando no solo ser justos sino razonables el uno con el otro. Cuidándonos y protegiéndonos el uno al otro.

Eres mi vida, mi amor. Nuestra vida junta acaba de empezar ya que ahora volvemos a encontrarnos solos. Volvemos a tener tiempo para mirarnos y vernos al desnudo.

Cariño espero estar a la altura porque tú eres demasiado grande.

Te quiero. Amor mío

Anónimo

Ilustración Nidhi Chanani


Si la cabeza te dice una cosa.

martes, 8 de abril de 2014

Tu perfecto desorden


Te tropiezas con un balón de espuma y encuentras un muñeco bajo el sofá. Giras el grifo del lavabo y descubres que anida un pato de goma. Abres la sandwichera y ahí están, achicharrados, tres cromos del Osasuna.

A veces maldigo este caos de casa tumultuosa con niños. Pero sé que algún día maldeciré todo el orden a solas que vendrá después.

Vuestros libros ordenados, pero sin ser abiertos. Vuestras camas hechas, pero frías. Los platos pulcramente recogidos en la alacena, pero sin nadie con quien comer.

Tener hijos y salir a la calle es como llegar a la ceremonia de los Oscar de sobrado con dos estatuillas bajo el brazo, una hora antes de que empiece la entrega de premios: sabes que te los has ganado seguro.

Tener hijos es pisar la acera a las ocho y media con toda la gimnasia hecha: los abdominales del estrés, las flexiones del 'no se puede', el pilates del 'haz lo que debes', el yoga del 'aprovecha el tiempo', los lumbares de la desobediencia y de la sinrazón. En tan solo media hora, mientras te aseas. Así que cuando sales al mundo adulto ya no te acojona nada y todo te preocupa lo justo.

Para convención popular, la que montas un domingo lluvioso en casa con los amigos de tus hijos.

Para dimisión irrevocable, la que te presentan cada día que les pones verduras.

Para exclusiva, la de que el pequeño tiene otra novia y no hace declaraciones.

Para 'share', la audiencia que os da mamá durante le cena, siempre con un cuento delante.

Para traición, la mía, que nunca estoy; la vuestra, que habéis preferido la Play a las chapas.

Para problemas laborales, los que me da esa ortografía en huelga y sin servicios mínimos.

Para inflación, la de los besos de Martín, que cada vez los vende más caros.

Para crisis, la que acontece cuando se acaba el verano.

Me lo enseñó una tarde mi abuela, que lo llevaba escrito en un marca páginas y leía una novela de Capote, eso de que los legados más importantes que los padres y las madres pueden dejarles a sus hijos son dos: uno son las raíces; el otro, las alas.

Algún día regresaré a casa tarde a causa del trabajo (o de la falta del mismo). Abriré la puerta del salón y todo estará en orden. Será que habéis volado, vaya. Entonces echaré en falta la felicidad que era este perfecto desorden.

A simple vista por Pedro Simón

Ilustrado Margarita Sikorskaia


Si la cabeza te dice una cosa.

domingo, 6 de abril de 2014

Encontrar el punto justo


Resulta que la vida no era solo empujar, ni un juego de dudosos espejismos. No había que perderse dando vueltas en una puerta giratoria, ni desconfiar de todos los reflejos, ni creer cualquier cosa sólo porque la imagen parecía verdadera.

Había que encontrar el punto justo donde azar y destino son lo mismo, el exacto momento en que la puerta giratoria, te ofrece una salida.

Amalia Bautista


Si la cabeza te dice una cosa.

martes, 1 de abril de 2014

Todos sabemos amar


Todos sabemos amar, pues hemos nacido con ese don. Algunas personas lo practican naturalmente bien, pero la mayoría tiene que re-aprender, recordar cómo se ama, y todos, sin excepción;
Tenemos que quemarnos en la hoguera de nuestras emociones pasadas, revivir algunas alegrías y dolores, malos momentos y recuperación, hasta conseguir ver el hilo conductor que hay detrás de cada nuevo encuentro;
Sí, hay un hilo...

Claudio Coelho
Ilustración Amanda Cass

Si la cabeza te dice una cosa.
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