Adjudica un sitio para cada cosa, oculta de la vista todo lo
que puedas y despréndete de todo lo superfluo.
El fin es claro: Siempre es mejor poco pero bien escogido y
nunca te aferres al “por si acaso”, deshazte de lo que no usas, regala y
aligera tu vida.
Elige bien y selecciona:
Antes de comprar: Calcula y descubrirás que hay aparatos, prendas
o productos que cumplen un montón de funciones.
Mide tus necesidades: Selecciona tu armario cada seis meses
y despréndete de lo que no has usado en la temporada (no tiene oportunidad y lo
sabes)
Mente clara: Evita el juego de café, la vajilla de lujo o
utensilios para las ocasiones especiales. Elige cosas discretas y de calidad y
úsalas en cualquier situación.
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| Ikea |
Huye de los muebles óptimamente pesados y elige
cosas mas transparentes pues harán que el ambiente respire.
Objetos de deseo: Si eres aficionad@ a coleccionar algo
piensa en que lugar de la casa vas a dar rienda suelta a esa pasión y encarga
estanterías a su medida.
Un poco de burocracia: No basta con guardar hay que
encontrar todo sin dificultad, las cajas tipo archivador son perfectas para
lograr tener todo a mano pero con su etiqueta escrita con lo que contiene.
Gana espacio: Recuerda a la hora de comprar la cama de la
existencia de los somiers tipo armario que pueden albergar en su interior casi
cualquier cosa.
Y regala o recicla, no lo olvides. Es fantástico mirar a tu alrededor y ver huecos.
Y no lo quieras hacer todo en un día porque eso si, hay que hacerlo con calma.
Te deseo suerte y a mí también
Si la cabeza te dice una cosa.
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